lunes, 7 de noviembre de 2011

Desvaríos de una pelirroja de bote.: En caso de apocalipsis zombie, no leer esta mierda...

Desvaríos de una pelirroja de bote.: En caso de apocalipsis zombie, no leer esta mierda...: Zombies. No muertos. Gules. Canis. Se les llama de muchas formas, y nadie sabe realmente qué son. En realidad, sí. Pregúntale a una persona...

jueves, 4 de agosto de 2011

Secret.

A petición de Marco, aquí vengo con un texto con diálogo más o menos mediocre. Siento si alguien muere por el cacao mental del que podéis ser víctimas si leéis tal chufa jojo. Y ahora -advertidos quedáis- os dejo:



Sabía que en algún momento iba a toparse con aquel misterio oculto del que todos cuchicheaban pero pocos se atrevían a mencionar. Nunca pensó, sin embargo, que iba a encontrarse con aquello… con ese ser que le miraba con sus profundos y enigmáticos ojos verdes que eran del mismo color que el de las hojas que les rodeaban.
-¿Quién eres? –preguntó en un murmullo que quedó casi ahogado por el sonido de la lluvia que golpeaba rítmicamente la tierra bajo sus pies. Cada vez más rápido. Como su corazón en aquel momento. Pumpumpum. La sangre le corría rauda por las venas y él era incapaz de controlar el leve temblor que se había apoderado de sus manos. Entonces aquel ser abrió los labios de fresa que había mantenido sellados tan firmemente y que parecían haber desaparecido en su ovalado rostro níveo.
-Soy un secreto. –susurró, con una voz suave que se oyó claramente a pesar de que las palabras habían sido solo un suspiro que habían llegado a los oídos de él, como un soplo de aire que le acarició las mejillas y se entremezcló en su pelo.
-¿Un secreto? –se atrevió a preguntar tímidamente, con la boca seca y el corazón a punto de explotar. -¿Cómo el que comparten dos niños traviesos?
-Un secreto –asintió, con ese tono de voz tan susurrante que a él se le antojó el más hermoso que hubiera oído en toda su vida. El cabello de ella era largo, oscuro y húmedo; su cuerpo estaba cubierto por un camisón blanco y fino que parecía fundirse con su piel.
-¿Por qué nadie se atreve a nombrarte?
-Porque voy y vengo. Soy como el viento… -se detuvo e inclinó la cabeza hacia atrás, dejando que su rostro se empapase de lluvia. Volvió a mirarle. –Muchos son capaces de ver dentro de mí y se dan cuenta de lo frágil que soy. Entonces no quieren dañarme; no quieren traicionarme. Y me guardan celosamente.
-¿Y qué haces aquí?
-Vivo aquí. Este bosque es mi alma, mi corazón y mis recuerdos. Este bosque lo es todo para mí, porque yo no soy más que la ilusión de todos los secretos mancillados y necesito algún lugar para almacenar todas las promesas incumplidas.
-¿Por qué te has mostrado ante mí? –preguntó él entonces, fascinado y a la vez inquieto; enamorado de las curvas borrosas del cuerpo de ella y cautivado por el bello color de sus ojos. La muchacha, que parecía divertida, sonrió levemente. Él sintió como su corazón aceleraba hasta tal punto que los latidos parecían superponerse unos sobre otros.
-Yo no me he mostrado ante ti, tú has venido a buscarme. Llevas mucho tiempo queriendo encontrarme y por fin lo has hecho. Has mirado este bosque, has indagado en él y me has encontrado. Muchas personas no se atreven a desvelar los misterios que hay más allá y al final se pierden en sus propias ambiciones. Dejan que los secretos les consuman. Tú, sin embargo has llegado hasta aquí… -sin dejar de sonreír, abrió los brazos e hizo que el movimiento expresara perfectamente lo que quería: estaba abrazando al bosque.
–Entonces... ¿significa que ahora he de guardarte?
-Significa que te marcharás y nunca volverás. Significa que has de tener en cuenta que los secretos ultrajados llegan a mí y me hacen daño. Significa que, en efecto, deberás protegerme de las mentiras que ofuscan los secretos y que hacen que, llegados un punto, se contaminen de tal manera que me llegan a dañar.
[...]

Y juro que tengo ganas de tirarme por un precipicio. No me machaquéis a críticas destructivas, que soy muy impresionable D: Vale, gracias por usar vuestro tiempo en leerme y... nos vemos en la próxima actualización (que espero que no sea tan desastrosa).
PD: No pienso volver a leer esta entrada en mi vida.

sábado, 16 de julio de 2011

Always.

No sé cómo empezar a describir lo importante que ha llegado a ser Harry Potter para mí. Recuerdo vagamente la primera vez que me asomé al mundo de la magia de la mano de la gran J.K. Rowling. Al principio no sabía que un libro iba a llegar a significar tanto, pero me di cuenta de que había comenzado a hacer mella en mí cuando fui a ver la película por primera vez. Era pequeña, tal vez tendría unos siete años cuando entré a la sala de cine y descubrí un universo totalmente diferente.
Recuerdo también que, días más tarde, intentaba atravesar las paredes de mi habitación con una rama en la mano con intención de aparecer en el andén 9 y ¾.
Cuando cumplí once años, no podía dejar de preguntarle a mi madre si había llegado alguna carta para mí desde Hogwarts. También me dedicaba a mirar de vez en cuando por la ventana a ver si veía mi lechuza… pero ambas cosas parecieron extraviarse por el camino.
Así que, aunque no menos emocionada, me hundí sin remedio en el mundo muggle esperando (y todavía ahora) que llegase la noticia de que formo parte del mundo mágico (¡y la gente decía que después de ver la última película se acabaría nuestra infancia!).

Es increíble lo rápido que pasa el tiempo.
En un momento estamos viendo a un sauce boxeador destrozando un coche volador de color azul y de repente estamos viendo a un Harry adolescente enfrentando su destino.
No puedo dejar de recordar escenas de esta última película que me han hecho llorar como nunca antes en un cine: la muerte de Snape y toda su historia, las muertes de Fred, Lupin y Tonks, los momentos “motivantes” (como digo yo a los minutos de adrenalina y música exaltante) y cientos de momentos más.
Al acabar de verla no he podido evitar pensar que un pedacito de alma de cada uno de los personajes está dentro de nosotros y que a partir de ahora vivirán en nuestro corazón para siempre.
Hogwarts siempre estará ahí para darnos la bienvenida a casa y por eso no temo que esta sea la última película, porque este mundo seguirá vivo mientras no lancemos un “obliviate” sobre nuestros recuerdos y tengamos los libros (y películas) junto a nosotros.
Quiero decir que esta saga ha logrado unir a toda una generación y ha inculcado valores como la amistad o el amor y la capacidad de superación. 
Y, cómo no, nos ha enseñado a amar a todos los pelirrojos.

Muchísimas gracias a todos los actores, guionistas, directores, productores y a todos los que han hecho posible el poder disfrutar de tales obras y, también, por lograr acabar por todo lo grande con un peliculón que no deja indiferente a nadie (sólo a los muggles idiotas).
Y, por último, MILLONES DE INFINITAS GRACIAS a J.K. Rowling por enseñarnos a creer en la magia y por escribir esta saga maravillosa.
Esto no es un adiós; ni siquiera es un hasta la vista. 
Dejémoslo en que nos volveremos a ver pronto.

“-After all this time?
  -Always.”

sábado, 9 de julio de 2011

Locura.

Eres como un abismo invernal, un frío desalmado y vacío que apresa mis palabras. El silencio me ciñe la sensatez, llevándome una y otra vez al límite, tentando mis ilusiones, rompiendo mis esperanzas. Me encadenas al dolor y me confinas, como si yo no fuera nada ni nadie, en una oscuridad tenebrosa. Mis sentidos se desvanecen, mis emociones se sublevan. Eres angustia que no me deja responder, que me paraliza y me doblega a su voluntad. Amante lúgubre, antítesis de lo opuesto, absurdo. Tú, hiedra cruel que creces y acallas mis sollozos con tu asfixiante abrazo.
Tú, locura, que me enclaustras en mi imaginación.

domingo, 22 de mayo de 2011

She loves reading in the moonlight.

Miradla, se animó a abrir las páginas de un libro y, bueno, cayó irremediablemente en el encanto que embrujaba sus hojas. Cuando leyó la primera palabra de los agradecimientos, ya fue como si hubiese desconectado del mundo. Sintió que los capítulos, uno tras otro, se iban grabando a fuego en su corazón.
A pesar de estar cansada, a pesar de que los párpados le pesaban como dos losas, no paró ni un momento de absorber con avidez de la historia y de empaparse de las emociones de los personajes. En la ligera oscuridad que la envolvía, los sentimientos que le transmitían la hacían gritar quedamente, sonreír y contener la respiración, como si en vez de estar sentada en la cama estuviese luchando contra viento y marea codo con codo junto a los protagonistas. Cuanto más leía, menos sueño tenía y la luz de la luna, plateada y hermosa, se colaba por la ventana abierta de par en par.
Pensaba que todo aquel universo nuevo para ella iba a durar para siempre, pero sin advertirlo ya estaba leyendo las últimas páginas del epílogo. Ella no lo comprendía, ¿cómo es que los sonidos de la noche, el agotamiento, los ronquidos de sus padres aparecían de repente? Claro, había sido arrancada del frágil efecto que había tenido en ella la novela, y ahora se sentía vacía, casi nostálgica. 
Agarró con fuerza el libro entre sus brazos y cerró los ojos, zambulléndose en su propio mundo de fantasías. Soñó con todo aquello que había leído y sin darse cuenta, sonrió.

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"Life is happiness", she says.

Te ríes, te gusta reírte. Te gusta observar a la gente desde la ventana de tu habitación y sacarles defectos graciosos. Amas esconderte tras los arbustos del parque y hacer fotos a las situaciones y escenas divertidas que ocurren cerca de la fuente. Piensas, cuando te echan en cara tu afición de verle el lado entretenido a la vida, que no te comprenden, que no son felices de la manera en que tú lo eres. Te enfadas.
Respiras rápidamente y te encierras en un mutismo resignado, mirando a todos con los carrillos inflados. Te vas, corres y deseas escapar del mundo. Cierras los ojos y dejas volar tu imaginación, empezando a sentir aquellos estremecimientos placenteros recorrer las esquinas de tu mente. La sonrisa no tarda mucho tiempo en hacer aparición, bailando en las comisuras de tu boca, jugando con tus labios.
Entonces el enfado se te pasa como si un dragón lo hubiese quemado, y ríes. Abres los ojos, suspiras, das vueltas con los brazos extendidos, saltas, corres, cantas, gritas, te sientes plena, animada, feliz.