La verdad detrás de este año de ausencia es verdaderamente simple: un cambio de amistades condujo al progresivo olvido de este blog.
Puede que vuelva a actualizar; que vuelva a compartir mis escritos por aquí, pero tendréis que perdonarme (si alguno de vosotros sigue por aquí, por supuesto) si tardo un siglo en hacerlo.
¡Gracias miles a los que lean esto y disculpadme!
Te estaremos esperando, ojalá que sea pronto.
ResponderEliminarUn gran saludo, Oz desde:
http://terror-en-el-cine.blogspot.com/